domingo, 17 de marzo de 2024

X




Si eres de los que creen que rodar una peli porno es el colmo de la diversión, te recomiendo ver esta peli.


X es una cinta de terror a la antigua usanza. Es más, te diría que es una película setentera (de hecho, está situada en 1979) que, de haberse estrenado por aquellos años, le daría hoy el estatus de clásico.

La historia es de lo más original: un grupo de amigos muy raros y muy salidos alquilan una casa para rodar una peli X. Lo malo es que los caseros son dos viejos inmundos y repulsivos que no tienen otra cosa que hacer que estar salidos (sobre todo la anciana asquerosa) y matar a gente. Con esta premisa tan genial, la historia está servida y solo queda disfrutar del festín sangriento que tienes por delante. Y lo de festín y sangriento no es una forma de hablar porque uno de los grandes puntos a favor de la peli (si no es que más) es que no van tener ningún tipo de remordimiento a la hora de mostrar las muertes. Cuchilladas, disparos en plena cara, clavos que se clavan en un pie y que los ves venir pero van directos a tu sistema nervioso, cocodrilos que se meriendan a rubias macizas... Vamos, que el festín está asegurado y el menú es muy variado. Pero, cosa curiosa, lo que más repelús da no es la sangre salpicando, no. Lo que resulta más inquietante es el hecho de que los dos ancianos asquerosos resultan eso, asquerosos usando cosas tan evidentes como un maquillaje muy bueno y unos movimientos que les hacen parecer zombis. A todo ello hay que añadir la pasión (buenísima) del director por esos planos alejados del espectador donde vemos figuras a lo lejos que parecen moverse un poco y que crean un mal rollo considerable. Añade al guiso poca música, oscuridad y escenas que se ven venir (me remito de nuevo a la del clavo o la del cocodrilo) y el resultado es que no quitas os ojos de la pantalla.

¿Cosas en contra? No sé si esto se puede decir que sea un punto desfavorable pero el festín empieza, minuto más, minuto menos, a la hora de metraje. Eso quiere decir que, durante ese primer tramo, el guión te prepara de manera bastante sosegada para lo que va a venir. No te preocupes, entre esos planos iniciales (y hechos a posta) para que la cámara y la luz no enfoquen el rostros de los ancianos y los rodajes pornográficos la cosa pasa casi desapercibida.

En definitiva, una película que recomiendo ver porque es un homenaje a un tipo de terror que ya no se hace, uno que los que hemos mamado los VHS y las visitas al video club hemos tenido la suerte de disfrutar en la época y que, poco a poco, entre modas y tendencias de uno u otro tipo, se ha ido diluyendo hasta quedar perdido en un  olvido brumoso. Yo, al menos, agradezco que se hagan películas de este tipo. No solo es ese terror bestia; también es un vehículo de entretenimiento considerable y, oye, se eso se trata.




sábado, 9 de marzo de 2024

Masters del Universo: Revelación. Segunda temporada





Y, después de pensarlo bastante, me he decidido a ver esta segunda temporada. ¿La razón? La primera me dejó un poco así, así. Como ya dije en la reseña (que puedes leer aquí) no me pareció en absoluto mala, pero no era lo que esperaba, es decir, He-Man y Skeletor pegándose de palos. El rubio cachas casi no sale y todo se centró en la figura de Teela. Vamos, empoderamiento total y descarado.

Pues esta segunda temporada tiene más de lo mismo. La historia me ha gustado porque, de nuevo, ahonda en los personajes de manera brutal. Esta vez es el turno de Evil-Lyn, que se debate entre la fidelidad (y amor) que tiene a Skeletor y la realidad evidente de que el calavera se aprovecha de ella todo lo que puede y más. La presencia del príncipe Adam está muy conseguida. Si has visto el final de la primera y te temes lo peor, tranquilo, que aquí el jovenzuelo está de vuelta. Todo hace que, en realidad, el destino de todos los personajes esté entrelazado.

La animación me encanta. Las peleas, el movimiento de los personajes, las expresiones... Todo está muy logrado. Sí, el tema del ordenador se nota bastante pero, también es cierto, queda muy bien y realista sin que nos haga olvidar que esto, a fin de cuentas, es una serie de animación. Y aquí tengo que destacar el carácter adulto. No es ya por la historia y cómo los personajes encajan en ella: aquí la violencia es evidente y, por suerte, se nota bastante bien. Vamos, que si esperas ver algo como la serie de Filmation, mejor que lo olvides.

¿En contra? Pues lo mismo que en la pasada temporada. Y es que He-Man, de nuevo, sale muy poco, salvo al final (un capítulo bastante potente, por cierto) Ese afán de exaltar a los personajes femeninos de manera tan descarada hace que se les vea el plumero desde muy lejos. Si en la primera temporada Teela era lo más, aquí es Evil-Lyn. No digo que esté mal, pero no olvidemos que esto es Masters del Universo y uno espera lo que espera. El triángulo Teela, Evil-Lyn y Andra apesta a empoderamiento forzado. ¿Queda mal? Queda cansino. No tiene por qué ser así pero la no presencia tan descarada de He-Man queda demasiado forzada. Es como si quisieran dejar bien claro que nos tenemos que fijar en otros personajes sí o sí.

La temporada me ha gustado. Salvo estas cositas, creo que es una buena serie y, desde luego, lo dejan para una tercera temporada. Vamos a ver qué tal.

Y por favor, dadle más metraje a He-man, hombre...


domingo, 25 de febrero de 2024

Velma - Temporada 1





Vamos a dejar clara una cosa: esta es una serie para adultos. Sí, salen los protas de Scooby-Doo pero rodeados de crímenes, sangre, palabrotas, sexo y todo tipo de violencia que puedas imaginar. Una vez dicho esto, te digo que...

La serie es una actualización brutal de los personajes clásicos, tan brutal como drástica. Desde la escena inicial en la que vemos a Daphne (sí, es ella) en la ducha enseñando el culo sin ningún tipo de problema ya te dejan claras las intenciones.

Pero, sobre todo, pretende ser un reinicio de todo. Estamos ante una precuela en la que los personajes de Misterios S.A mantienen unas relaciones completamente distintas a lo que hemos visto hasta ahora marcadas, casi en su totalidad, por el amor-odio (sobre todo este último) Cada cual presenta una serie de características que si bien los alejan de lo que sabemos de ellos de toda la vida, los conectan de algún modo con la imagen tradicional. Así, Velma sigue siendo la detective, Daphne la presumida, Fred el pijo y Shaggy el que es más o menos razonable. Lo que ocurre es que todo ello está multiplicado de manera exponencial por la exageración descontrolada y ahí es donde vienen los ejércitos de «peros» Velma es estúpida, arrogante y pedante. Y, sí, negra y lesbiana. Daphne es una traficante de drogas cuyas madres son polis lesbianas y es adoptada. Fred tiene unos problemas psicológicos brutales por ser un niño mimado (y decir esto es quedarse muy corto) cuyos mayores complejos son no tener pelo en las piernas y un pene diminuto. Shaggy, aunque arriba lo he nombrado como tal, se llama Norville y es negro afroamericano. Esto hace que el choque generacional entre los que vimos la serie original y lo que vamos a ver aquí es tan grande que cuesta muchas veces y todo se pone difícil. Yo, al menos, la he visto del tirón al tercer intento. Creo que todo está muy exagerado para resultar provocador, bestia y rompedor, sin ningún tipo de filtro como, por ejemplo, sucede en Rick y Morty, donde las brutalidades se ven tapadas por una trama que las necesita y complementa. Aquí no, aquí cualquier escena, momento o diálogo es ideal para soltar la barbaridad de turno y eso hace que todo quede un pelín artificial. Por ejemplo, ¿por qué en la mayoría de las escenas donde hablan los personajes hay dos tíos dándose el lote en el fondo?

¿Hay misterio? Sí pero muy enterrado. Se supone que debería ser la llave de la trama pero queda oculto por las idas y venidas de las grilladas mentales, físicas y sexuales de los protagonistas. Si a los diez capítulos les quitásemos todas esas morcillas, la cosa se quedaría en la mitad. Hubiera quedado mucho mejor tener un hilo conductor y enriquecerlo con el background de los protas y sus realidades pero no, aquí han optado por un desenfreno a todos los niveles que afecta a todo como si eso fuese lo principal y aquello en lo que más se quieren lucir. ¿La sensación? Se les ha ido la mano en todo y ha hecho que me pregunte algo muy simple: Si quieres crear una serie para adultos con humor y situaciones provocadoras, ¿por qué no hacerlo con personajes nuevos? ¿Por qué tirar de lo ya conocido? Quizás sea porque, si no se tratase de quien se trata, no valdría el esfuerzo.

Pero, con todo, creo que es una temporada que hay que ver porque, por encima del montón de chorradas que muestra, la verdad es que, vista del tirón, crea un atrama que, al menos, te hace que te preguntes qué demonios va a pasar y quién es el culpable de todo. Eso sí, tómate algo con alcohol para hacer el trago más llevadero y olvídate de la nostalgia: guionistas y directores añaden puntos para que esta aparezca pero rápido la tapan con todo tipo de barbaridades.

Dicen que están en una segunda temporada. Si lees cualquier reseña o artículo hablando de esta primera, vas a ver que la ponen a caer de un burro. No sé si veré una segunda supuesta temporada pero, por mera curiosidad, te recomiendo verla.

Ah, mira el título: Velma. No busques a ningún perro porque aquí, Scooby es un proyecto militar. 

Sí, has leído bien...


sábado, 17 de febrero de 2024

Terrifier



Vaya esto por delante: me repugnan los payasos. Ojo, no critico a la profesión, me refiero a la imagen del sujeto en sí. Por eso, me lo pensé mucho antes de ver esta peli...

La cinta, y quede esto bien claro, no tiene pies ni cabeza. Ni el argumento, ni las situaciones, ni lo que pasa, ni por qué pasa... Ni nada de nada. Es una peli desubicada, y luego diré por qué.

La historia es de lo más simple y descabezada: dos chicas jóvenes, cuya edad está entre los diecimuchos y los treinta y tantos, van de paseo por la noche, se encuentran con un payaso repulsivo que parece prendarse de una de ellas y el festín sangriento comienza. Porque esto, amigos, más que una peli de terror es una de casquería o incluso gore. La historia, como digo, importa un comino porque no tiene ni por qué ni razón alguna. Aquí lo que interesa son las muertes, que son el plato fuerte, porque cada una es más bestia y sangrienta que la anterior. De lo que se trata es quedarte en el asiento y tratar de decidir cómo va a morir el siguiente desgraciado.

Y aquí hay que detenerse en un punto muy importante. Y es que la matanza está muy bien hecha y se ve. Tanto que te va a sacar unas cuantas muecas de asco pero, te lo aseguro, no vas a quitar los ojos de la pantalla. Lo que ocurre es que las dos o tres primeras están bien y, oye, imponen pero, conforme la peli avanza, se deja sentir algo tipo «más de lo mismo» que hace que el aburrimiento empiece a hacerse camino.

Lo que me ha ocurrido es que, al final de la cinta, me ha quedado esa sensación de «¿Pero qué he visto?» Lo que te he puesto más arriba no es arbitrario: la peli no tiene lógica ninguna. No se nos explica nada de la motivación de nada y, mucho menos, quién es el asesino o por qué hace esto. La impresión que me ha dado es que los que la han hecho se lo han pasado pipa salpicando con la sangre y se han quedado con el personal de manera considerable. Para mí es una película desubicada porque es ochentera en todos los sentidos: trama, golpes de efecto, tipo de terror, y hasta música. Estoy seguro de que, de hacerse en los ochenta, ahora sería una tipo Pesadilla en Elm Street o House, una casa alucinante.

Bueno, por lo menos, se agradece el intento de originalidad y, desde luego, te lo pasas bien viéndola.

Por cierto, si crees que la escena inicial no tiene sentido, tienes razón. Solo te recomiendo que aguantes el chaparrón y veas la última escena. Y, sí, ni la una ni la otra tienen sentido...

domingo, 11 de febrero de 2024

Anabelle vuelve a casa




La saga de la muñeca infernal sigue su curso, estirando el chicle todo lo que puede e intentando asustar al personal. La cuestión es si es necesario seguir o no y eso es porque la película es flojita por varios motivos.

Para empezar, sabemos que los Warren tienen una hija que entra de pleno en el cliché de la niña mojigata, simple, rara (lleva en su mochila un crucifijo, ahí es nada) y triste porque, en semejante casa llena de artefactos demoníacos, nadie irá a su cumple. Pues claro. ¿Qué esperas? Ese sentimiento del cliché aumenta cuando conocemos a dos adolescentes repulsivas, una por listilla (Mary Ellen) y otra por estúpida integral (Daniella) Como esta perdió a su papi y tiene sentimientos de culpa, qué mejor modo de ir a casa de los Warren, donde la seguridad que guarda todos los cachivaches malignos es propia de la de un armario de colegio, y convocar el alma del susodicho padre. Como la muñeca Anabelle está por allí, ya tenemos el lío montado. Súmale de paso un par de fantasmas que pululan por el lugar para hinchar la trama y listos.

Una trama simple, lineal y muy predecible donde los sustos no son tales porque, en primer lugar, están forzados y, además, no asustan y se les ve venir de manera considerable. Se nota que las ganas son menores o, quizás, no han querido quebrarse mucho la cabeza porque la cinta promete terror pero lo que da son ganas de que te preguntes muchas cosas. ¿Cómo los Warren, que tienen la famosa habitación llena de cosas terroríficas, dejan a su hija sola un fin de semana con una canguro? ¿Por qué Daniella encuentra las llaves de la habitación de manera tan estúpida? ¿A qué viene la escena inicial del accidente y los fantasmas? ¿Por qué meter al hortera e indigesto noviete tocando la guitarra para ligarse a la rubia Mary Ellen? Bueno, vale, la escena del fantasma y las moneditas de los ojos está bien pero se hace muy larga porque parece que quieren rellenar minutos.

Pero, sin duda, lo que menos me ha gustado es ese tono de película adolescente que tiene. Uno no puede creerse que dos niñatas (con escena cutre de novio guitarrista escondiéndose en el gallinero huyendo de un hombre lobo incluida) monten la que montan. ¿A nadie se le ocurre llamar por teléfono a los Warren? 

Es (creo) la última película del universo Warren. Ojalá sea así. Una pena que esta saga empezó de manera excepcional pero ha ido derivando un un productos de ver y olvidar.

Y esa escena final donde todos acuden al cumple de Judy. Jo, qué bonito...