sábado, 14 de julio de 2012

Batman

Batman (Batman)

(1989)

Director: Tim Burton

Guión   : Sam Hamm, Warren Skaaren

Michael Keaton

Jack Nicholson

Kim Basinger

Robert Wuhl

Jack Palance

Michael Cough

Pat Hingle

Billy Dee Williams



La ciudad de Gotham tiene dos problemas: por un lado, el crimen está descontrolado. Por otro, hay un murciélago gigante que impone su ley…


 
Batman fue la cinta responsable de que, a lo largo del verano y navidades de 1989, el mundo se viera en mitad de un torbellino alucinante plagado de merchadasing que se conoció como la batmanía. Efectivamente, no hubo en aquellos días estuches, cuadernos, video-juegos (yo tenía el del Commodore-64 y me parecía una pasada), camisetas, gorras… que no luciesen el símbolo del murciélago.
Debo admitir que, cuando me enteré de que estaban preparando una película en condiciones del hombre murciélago, yo era un tierno infante y casi entro en éxtasis. Y es que ver a Batman en carne y hueso repartir leña era un sueño largamente acariciado por un ávido lector de cómics como este que escribe.

La expectación era muy grande, más que nada porque en torno al proyecto había un secretismo más que cerrado. No hay que olvidar que, por aquellos tiempos, la única información que se podía tener de una peli era la que daban productores o directores  a modo de foto o entrevista. Dicho de otra forma: no había Internet que te destripara la peli en forma de copia del guión, fotos del rodaje o sus derivados. No obstante, la cosa se ponía bien. Kim Basinger, en plenitud de fama y gloria, iba a ser Vicky Vale y nada menos que Jack Nicholson como Joker. Vamos, que ni pintado. Para el papel de Batman se escogió a un actor que, al menos yo, no había oído en mi vida pero, aún así, estaba deseando verle para ver cómo le quedaría el traje de murciélago. Y aquí vino mi primer “¡¡¡OoOOooopps!!!” Recuerdo muy bien la primera vez que, estando en el pueblo de mis abuelos de vacaciones, vi a Michael Keaton en una foto publicitaria de la película. Estaba posando, vestido de traje, junto a Kim Basinger, en la escena en la que ambos se conocen al principio de la peli. Y ahí fue donde pensé: «¿¿Este es Batman??» No se le veía muy atlético pero, lo que más me llamó la atención, fue que era prácticamente de la misma altura de la Basinger... Ok, ok. No era el momento de ponerse a pensar en esas cosas y, al menos a mí, me importaban un ejército de bledos.


No puedo creer que haya encontardo aquella misma
foto...
Y llegó el momento. Después de una campaña publicitaria más que considerable, Batman aterrizó, vio y arrasó... Otra cosa muy distinta fue que convenciese. Aún así, estaba deseando ver cómo sería un Batman en la vida real.  Con todo, la película, una vez que se estrenó, despertó pasiones, fiebres, iras y críticas a partes iguales. Veamos...

Desde mi punto de vista, es obvio que esta cinta tiene muchos tantos a favor. Lo que más me gustó fue, sin duda, el diseño de producción. Anton Furst hizo pleno a la hora de dar vida a la ciudad de Gotham y todo lo que ella conlleva. Se la ve oscura, gótica, con una especie de atmósfera agobiante muy, pero que muy alejada de la simple ciudad que pudimos ver en la serie de Adam West de los años sesenta. Los gadgets que utiliza Batman, como el traje (que, debo admitirlo, me chocó porque no era el traje de los cómics. Muy espectacular, eso sí, a modo de armadura moderna, pero para nada el que yo esperaba ver. Curioso cómo la serie de Adam West ha sido la única que lo ha respetado…), el batmóvil o el bat-plano (no sé si este se llama así, pero ya sabéis a qué me refiero), están muy conseguidos, lo mismo que todo lo referido al Joker.  Hay que destacar que el maquillaje de Jack Nicholson (kilos de más a parte) está muy logrado y no hay más que mirarle a la cara para saber que es el Joker.



Creo que el trabajo de los actores es bastante correcto. Cada cual a lo suyo. Michael Keaton no es que rebose simpatía pero esa cara de sieso va que ni pintada para el personaje tal y como está planteado a lo largo de toda la película. ¿Jack Nicholson? Pues como siempre: estupendo. Su elección para el Joker estaba más que justificada y, desde luego, fue un tanto que, kilos a parte, aportó mucho al resultado final. Kim Basinger está bien y, por supuesto, aporta la típica cara bonita que suele haber en este tipo de producciones. Y, rodeando al elenco protagonista, actores de la talla de Lee Wallace como alcalde, Michael Cough haciendo de Alfred o Jack Palance en el papel de Carl Grissom. Destaco también a Billy Dee Williams como Harvey Dent que, por desgracia para él, no pudo disfrutar de las delicias que este personaje pudo haberle dado en el futuro como Dos Caras. Misterios y reveses de Hollywood, supongo. Por su parte, Robert Wuhl es Alexander Knox, un personaje tan soso como poco importante cuya labor, a priori, se supone que era aportar los toques graciosillos de turno pero que a mí siempre me ha sobrado un poco.

Elfman
Sigamos. Decir Batman implica meter el nombre de Tim Burton en medio, pero también otro. Y es que muy recomendable es la banda sonora de la película a cargo de Danny Elfman.  En ella podemos escuchar desde temas trepidantes (como el del propio Batman), pasando por otros más románticos o nostálgicos. Pero sobre todo, uno que me gusta mucho, es el denominado Waltz to the Dead, que en la película sirve de fondo a una escena muy curiosa entre Nicholson y Basinger en la torre Gotham. A parte de esta música, la cinta contó con la de otro artista: nada menos que Prince, que aportó sus temas eléctricos a muchas escenas. Con él, se inauguró esa moda que hoy es tan habitual: una película tiene la banda sonora normal, la de toda la vida y, luego, la aportación del cantante o grupo de turno. Con todo, hay a quien le encanta el granito de arena de Prince y quien lo detesta. Yo me quedo en medio pero admito que el tema Bat-Dance me pareció muy curioso y se te mete en la cabeza sin que te des cuenta.

Pero no todo puede ser bueno, ¿verdad? ¿Tiene esta cinta detalles que fueron más que mejorables? Para mí, unos cuantos…

Parece que sacarle cosas negativas a este Batman es, como poco, sacrílego. Por un lado, porque se ha convertido en una especie de clásico moderno. Por otro, su director, Tim Burton, se ha alzado como un sucedáneo de director genial y chiflado que todo lo que hace o toca debe ser calificado de maravilloso y, encima, dicha fama, quizás, comenzase con esta cinta. Bueno, quien crea así, estupendo. Yo no soy de esos. Si hay algo que caracterice a este director es su afán de pasar por una especie de filtro todos (o casi todos, considero que El Plantea de los simios es una excepción a esta regla ya que le tuvieron pero que muy vigilado) los proyectos que coge y adaptarlos a lo que le gusta. Ok, a fin de cuentas es el director y eso debe notarse. Es obvio que todo el asunto oscuro y gótico le gustan mucho y así lo ha manifestado. Claro está, Batman le dio la oportunidad de manejar estos elementos con un personaje que, desde hacía unos cuantos años, con la aparición de Batman, el regreso del señor de la noche (Frank Miller), muchos se habían empeñado en reinventar desde un punto de vista oscuro y trágico. Burton se recreó en esta imagen y nos dio un Batman que, en primer lugar, no usa el traje (al menos los colores) del original. Aquí es todo negro y se podría decir (como antes apunté) que lleva una especie de armadura y no el traje del super-héroe de toda la vida. El personaje, como aparece en la película, es una especie de monstruo de Frankenstein: está casi siempre rígido, impasible y casi nunca (¡o nunca!) gesticula. Pelear, pelea poco (dicen los expertos, y no sin cierta razón, que las escenas de acción no son el fuerte de Burton) para luego volver a su estado de rigidez. Burton alegó que lo hizo así porque “...es mi estilo...” Eso tiene cierta lógica, pero también hay que tener en cuenta que hablamos de Batman, y este salta, pega, recibe, hace piruetas y un largo etcétera porque, no hay que olvidarlo, la gracia de este personaje en los cómics se basa en que es un tipo sin poderes pero sumamente fuerte y ágil. Claro que también es estilo del director pintar al personal la cara de blanco y poner ojeras...

Y de Batman pasamos a Michael Keaton. La gran controversia. ¿Fue un buen Batman? Yo diría que cumplió. ¿Fue el actor idóneo para Batman? Ummm... Está claro que sería un tema para debatir. Particularmente creo que Keaton es un buen actor y su interpretación Batman/Bruce Wayne es correcta pero, como se puede ver, está lejos de dar la talla desde el punto de vista de la apariencia del personaje: es un actor muy bajito y su físico no se lo curraron mucho. Recuerdo que en un programa de radio de la época oí un debate acerca de este tema (para que veáis si hubo controversia) en el que el ejemplo a seguir era Superman/Christopher Reeve en comparación con Batman/Keaton. Era obvio que este siempre perdía. En un documental de 1989, Burton salió en su defensa diciendo lo siguiente:

             ... Escogí a Michael porque es un hombre normal y, a parte, muy buen actor. Batman es un hombre normal que se pone un traje. Si fuera como Arnold Schwarzenegger no necesitaría ponerse el traje de Batman...”

 Esta explicación puede pasar aunque, todo hay que admitirlo, está un poquito cogida por los pelos. Desde ese punto de vista, puedes tener un actor excelente con unas dotes interpretativas apabullantes. Pero si es calvo, bajito y regordete es posible que no sea la mejor elección para Batman. (Nota: Keaton tampoco destacaba por su melena al viento, pero eso es otro cantar...) En fin, cuestión de gustos, como siempre digo…

Por lo demás, señalar que algunos personajes me parece que están algo desaprovechados: Alfred se luce poco y Gordon (en las cuatro películas iniciales de Batman) es un mero comparsa. Quizás Vicky Vale y su amigo Knox pudieron haber dado un poquito más de intriga a la trama investigando acerca de Wayne con más intensidad, pero esto es una opinión mía.

Y llegamos a otro tema que siempre llama la atención en las películas de Burton. A parte de caras pálidas, ojeras y pelos alborotados, hay una cosa por la que el director siempre se ha destacado: le gustan los malos. Y con Batman no hay excepción. Si os fijáis, la película tiene por protagonista al súper-héroe (¡faltaba más!) pero se detiene mucho más y presta mucha atención y cuidado a todo lo que se refiere al Joker. De hecho, puestos a ser algo tiquismiquis, si la película se hubiese llamado “Joker”, no hubiera pasado nada. Fijaros bien: sabemos que Bruce es rico pero no se nos dice la razón. Tampoco se nos explica a qué se dedica o qué hace empresas Wayne (el diálogo, cuando Vicky le pregunta al principio de la película, se corta) No sabemos si Bruce tiene o no vida social, amigos, pareja... En cambio, el Joker tiene pero que muchos minutos de metraje a su disposición. Y claro, palicedes y malos a parte, otra cosa que le encanta al amigo Tim son los payasos y el mundo circense. El malo de esta peli le ofrece ambas cosas: maldad y circo. ¿Cómo se presenta el Joker en Gotham? Precedido de payasos y mimos. Vamos, ni hecho a posta.

En fin, como puede verse, para mí esta película tiene tantos a favor y en contra. ¿Es una buena película? Yo diría que sí porque creo que está bien hecha y cumple su objetivo, que es entretener. Ahora bien, ¿me parece una buena adaptación del personaje? Bueno… Opino que se pudo haber hecho mucho mejor. Con todo, opino que es una película que hay que ver. 

Y. de remate, unas cuantas bat-curiosidades: 

-En un principio, Jon Peters y Peter Guber, productores de la película, pensaron en Bill Murray como Batman. ¿Alguien se imagina al cazafantasmas como el hombre murciélago? Yo no.

-Sean Young era Vicky Vale pero un accidente la obligó a pasarle en relevo a Basinger.

-Cuando vi la película me pareció que Batman tiene una cara algo extraña. Según se supo después, Keaton no sólo utilizó prótesis en el cuerpo (amén de alzas en los pies) sino también en el rostro. Comparad algunas tomas cuando está como Batman con otras de Bruce Wayme. Parece que este tiene la cara más delgada.

-Kim Basinger quería lucir cuerpo en algún momento de la película. Por eso, intentó convencer a Burton de salir con poca ropa en alguna escena. Michael Keaton se negó ya que consideraba que era una película sobre todo para niños. Jack Nicholson apoyó entusiasmado a la actriz.

-Se dice que, durante el rodaje, Michael Keaton sufrió un resfriado de los que dejan huella. Por ello, gesto fruncido a parte, lucía aspecto de haber sido bat-aplastado.

-Burton se negó en redondo a incluir a Robin ya que un tipo con traje de colores no pegaba junto al Batman que tenía preparado. Y tenía razón.

-Jack Nicholson se enteró del proyecto cuando John Peters se lo dijo en el rodaje de Las brujas de Eastwick.

-Nicholson demostró ser el más listo y tuvo que oler el negocio por alguna parte. Por eso, firmó el contrato con una cláusula que incluía un porcentaje de los beneficios. Vamos, que se hizo de oro.

-Michael Keaton no oía la mayor parte de los diálogos: se los tapaba la caperuza.

-Mientras se preparaba la película, se recibieron montones de cartas de admiradores pidiendo que Adam West (Batman en la serie de los sesenta) fuese Batman. Las escribió el propio Adam West.

-Un actor hace de Bob Kane, creador de Batman, en el periódico de Knox. El dibujo que se ve lo hizo el propio Kane.

-Si hay algo que me descoloca es la época en la que se supone sucede esta peli. Si uno se fija en Kim Basinger y los modelos que lleva, parece moderna. No obstante, los hombres llevan traje y sombrero como en los años treinta. Por no hablar de los uniformes de la policía.

- En el video “Bat-dance” de Prince hay tipos vestidos de murciélagos a patadas. Uno de ellos es Michael Keaton.

-El maquillaje de Jack Nicholson fue un secreto. Como ya apunté antes, hay que contar que, en aquella época, no se contaba con eso de filtrar fotos por Internet.

-El propio Bob Kane alucinó en bat-colores cuando vio a Michael Keaton por primera vez. «¿Dónde está el tipo de mandíbula cuadrada que yo imagine?», pensó.

-Prácticamente todas las escenas de acción de Batman las hizo un doble.

-Hay una escena un tanto extraña: Joker manda a su número uno a investigar a Knox. Este obedece y, un par de escenas después, viene con unas fotos. Joker coge la de Knox y pregunta “¿Quién es este lelo?” “Un tal Knox”, responde su ayudante. Ahora bien, ¿manda investigarle y luego pregunta por él como si no le conociese?

-Al principio, Michael Keaton estaba abrumado por el peso de interpretar a un personaje de esta magnitud. Nicholson le dio un buen consejo: deja que actúe el traje.

-Batman no mueve el cuello. Para volverse, gira todo el cuerpo. Esto es porque la caperuza era enteriza y no permitía ningún movimiento. ¿Cómo no pensaron en eso? Lo curioso es que esto se dio en las tres películas siguientes…

-Con todo ello, guste o no, un auténtico taquillazo.

Vigilad el cielo... 

2 comentarios:

  1. Israel Campos te felicito por el megapost que has armado,muy completo. muy bien armado cronologicamente. Vamosa tener hombre murcielago para rato, batman for ever!! :)
    Soy amante de los super heroes y los video juegos, te quiero compartir algunos de batman: ‎
    www.juegosencastellano.com/batman-el-valiente
    www.juegosencastellano.com/batman-3
    www.juegosencastellano.com/batman-en-busca-de-la-batichica

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  2. Estimado Nicolás:

    Muchas gracias por tus palabras de ánimo. Me alegra mucho que te haya gustado el post y, como tú, soy de los que piensan que, de alguna u otra forma, vamos a tener Batman para mucho tiempo.
    Gracias por esas páginas de juegos. Te aseguro que me pasaré por cada una de ellas y las disfrutaré al máximo. Por cierto, como supongo sabes, hay dos juegos de video consola: Batman Arkham Asylum y la continuación de este que son tremendos.
    Pásate por aquí cuando quieras; será un placer compartir experiencias contigo.
    Un saludo.

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